13 diciembre 2005

El beso.

Castillo de Mogadouro, Portugal, en una
mañana de amor y niebla de diciembre.

Esta vez fue muy distinto. No llegué allí para llorar, si no para cubrirme con sus abrazos, con la música que siempre anda debajo de su piel. Por que ella siempre tiene música debajo de su piel.
Me dijo: “Dame un beso.”
Yo cerré los ojos para sentir con el alma aquel silencio de siglos que nos rodeaba, aquellas piedras, las campanas dormidas, el frío del norte, sus labios siempre rojos y brillantes.
“A veces te sueño -le dije- desnuda junto a mi deseo.”
La música y el silencio se amaron durante un instante en medio de aquella plaza sin pisadas.
“Lo sé.” Me dijo ella. Yo seguía con los ojos cerrados viendo los suyos entrar dentro de mí, y sus labios de luna creciendo, despacio, siempre aprendiendo, como crecen las cosas verdaderas. “Me gusta tanto vivir en tu sueño…”
Nos besamos. Hoy sigo cerrando los ojos, recordando aquella canción bajo su piel. Por que ella siempre tiene música bajo su piel.



El besu.

Enagora foi abondo distintu. Nun aporté ellí pa llarimar, si non p’anubrime colos abrazos sos, cola música qu’apianca yá enbaxo’l pelleyu de so. Porque ella siempre tien música enbaxo’l pelleyu.
Díxome: “Dame un chuchu.”
Pesllé los mios güeyos pa sentir col ánima aquelli silenciu de sieglos que mos arrodiaba, aquellos morrillos, les campanes murnies, el fríu del norte, los llabios de so yá arroxaos y brillantes.
“Dacuando suañote – dixe-y – corita xunta’l naguar de mio”
La música y l’silenciu amárense enaína metá la plaza aquella sin resclavos.
“Selo” Dixome ella. Yo siguía colos güeyos pesllaos viendo los sos entrar dientro de min, y los sos llabios de lluna xorreciendo, seliquino, siempre deprendiendo, como xorrecen les coses verdaderes. “Préstame bien vivir nel to suañu.”
Besámonos. Güei sigo pesllando los güeyos, memoriando aquel canciu enbaxo’l pelleyu de so. Porque ella siempre tien música enbaxo’l pelleyu.

29 noviembre 2005

Sexo de sirena.


Conocí a una persona con sexo de sirena. No bastó el agua para saciar la sed, ni bastó el pan para saciar el hambre. Tampoco las estrellas para iluminar la noche, ni todas las hojas rojas para cubrir el otoño. Conocí a un ser hecho de lágrimas de nieve y olor salado. Hecho de piel. Hecho de alma. Hecho de cantos antiguos a miedos nuevos, nuevos cantos para arcaicos sufrimientos. Conocí a una persona con sexo de sirena que me enseñó a no olvidar de dónde vengo.


Sesu de serena.

Conocí a una persona col sesu de serena. Nun fue abondo l’augua pa fartar la sede, nin fue abondo’l pan pa fartar la fame. Tampocu les estrelles p’allumar la nuechi, nin toles fueyes roxes pa llumbrir l’otoñu. Conocí un ser fechu de llárimes de ñeve y golor saláu. Fechu de piel. Fechu d’ánima. Fechu de cancios antiguos pa serpíos, cancios mozos pa aneyes sufrencies. Conocí a una persona col sesu de serena que deprendiome a nun escaecer d’onde vengo.

18 noviembre 2005

Abrigo.

Amor,
hoy la noche es fría,
me cubriré con el traje
que tus besos tejieron para mí.
Anidaré en tus manos
mi presencia de nube,
mi lluvia de silencios,
el cariño que cada día crecemos
como crece el viento en su bosque.
Amor,
hoy la noche es fría,
déjame arremolinarme en tí.

16 noviembre 2005

Otoño.

El bosque de mi alma
se desnuda
cuando agitas
el viento de tu mirada.
Es amor,
y otoño,
amor.

03 noviembre 2005

Piel.

Quiero hacer de tu cuerpo
un juego sin perdedores
una dulce brisa
un bosque en otoño.

Quiero hacer de tu cuerpo
una lluvia creciendo
una luna mojando
un camino de sol entre los besos.

Quiero hacer de tu cuerpo
amor
lo que en tu cuerpo siento.

16 octubre 2005

Soledad.

Fue difícil marchar. Nunca aprendí a irme, al menos no del todo. Cómo se puede marchar completamente sin dejar allí un rastro de lágrimas o un trozo de alma. Cómo marchar completamente cuando el olor dulce de su cuerpo juega aún entre mis dedos, cuando se sienten los besos pegados por dentro a la piel, cuando se cierran los ojos y todos los caminos conducen a su espalda, cuando se escuchan palabras sin voz que vienen de su boca.
Fue difícil. Ahora estoy aquí y a la vez aún no vine, porque sigo maullando enroscado en su vientre, sintiendo su respiración que mece mis sueños y mis manos. Las manos de tocar, las manos de crecer, las manos de hablar cuando enmudezco, las manos.
Fue difícil, pero ahora por fin sé por qué se llora cuando no se llora de tristeza.

14 octubre 2005

Nubes.



Ayer atardeció así para mis ojos. No puedo guardarlo en un cajón, así que vengo para decirlo. Abajo llovía, arriba el azul era negro, en medio mi corazón recordaba cada beso que di en las tardes rojas de poniente.

20 septiembre 2005

The end.

Aquí dejo mi blog. Muchas gracias a todos por haber compartido mis sentimientos. Me habeis hecho feliz.

...soy un reloj de pie con ala azul en un cuadro de Chagall.

15 septiembre 2005

Alma torcida en mi.

Alma torcida en mis besos,
eres la nube blanca y eres el trueno.
Vuelta hacia mí miras el cielo
y brillas con la luz de sus estrellas.

Abriré mis brazos para esperarte
entre las hojas
entre los lirios
entre los sueños.
Abriré mis labios para quererte
cuando me vaya

entre las sombras
entre las piedras
entre tus besos.

04 septiembre 2005

El final del viaje.


Ahora se que ha acabado mi viaje. Lo supe cuando llegué al final del camino y vi esta enorme pancarta colgada en la fachada del último edificio. Estaba allí para que yo la viera y, sin duda, para que todos la viéramos. Allí mismo, en aquel momento, tuve la seguridad que debía de comenzar otro camino nuevo. Nuevo y al mismo tiempo tan conocido. Desde ese momento sueño ya con mis pies buscando arena para dejar sus huellas. Sueño por que sé que por fin mis sueños son tan reales como tú, y cuanto más te sueñe más cerca estaremos caminando y tocándonos como notas de una misma canción. Tenemos ese poder de construir un pentagrama para vivir en él. El mío tarareará un camino más justo, más libre, un camino SIN MIEDO.

...yo que fui viajando sin saber a dónde
sin saber a quién.
Yo que fui rodando
ajeno y cansado,
sin saber que el alba me acercaba a ti.
Yo que fui pisando
que fui derramando
que fui derrochando el aire y el alma
sin pensar que al fin
al fin del camino me hallaría a mí.

28 agosto 2005

Qué será será.

Suave y dulce
y acaricia cuando menos te lo esperas.
¿Qué es?

Para llegar a sus ojos
he de cruzar océanos
con corales y sirenas.
¿Qué es?

Tendido a su lado mis manos recorrieron
kilómetros de sueños
años luz de sentimientos.
¿Qué es?

A la hora de marchar,
la hora que siempre llega,
me morí para no hacerlo.
¿Qué es?

Ahora dicen que estoy muerto,
muerto de amor,
muerto de miedo,
muerto de ganas
y de deseos.
¿Qué es?

23 agosto 2005

15 agosto 2005

El último amanecer.

Dormía intranquilo. Mi dolor de espalda, el catarro, el calor… disculpas para despertarme envuelto en sudor buscando tu mano. En la oscuridad es más fácil sentir tu respiración entrecortada. Tus ojos cerrados. Me he pasado horas mirándote así, como si el sol se pusiera tras las montañas y una luz tenue pusiera sobre tu piel un leve brillo de nube. Y tú dormías tranquila soñando tus propios sueños, tus luces lejanas, tus besos. Me he pasado horas mirándote así, sin tocarte por miedo a que despertases. Me he pasado horas envuelto en tu calor, en tu sombra mágica.
Pero siempre llegaba el día para borrar tu cuerpo, para hacer de él una sábana revuelta y fría en la que sólo existía una parte de mí. Entonces, como cada amanecer, me levantaba para asomarme a la ventana, encendía un cigarro, y perdía la mirada en ese horizonte verde y húmedo tras el cual, en alguna parte, tú también me soñabas.

04 agosto 2005

Whenever.

Hoy me encontré envuelto en un recuerdo, no sé si del pasado o de un futuro que no se cumplió, que dejó de caminar a mi lado, que en realidad sólo lo hizo una noche. Yo estaba seguro de que no distinguía los acentos de América Latina, que me sonaban igual las palabras de un uruguayo que de un argentino, o de un colombiano que de un venezolano. Pero aquel timbre, aquella melodía, sonó tan clara en mi recuerdo que no pude hacer más que volverme en la silla del restaurante chino para mirar a la mujer que hablaba. Esperaba sin darme cuenta encontrar a Whenever, no me dio tiempo de aprender otro nombre para ella, vestida con su traje blanco, con su risa, con su piel dulce y aquellos ojos que no dejaban de cantar. Ocurrió un día lejano en un lugar lejano. Ella me encontró por casualidad, o por que a veces los sueños se tocan, entre todas las gentes del mundo. Nos miramos y supe que mi corazón se rompería al irme. Hubo pájaros que volaban al sur y las hojas de los árboles cambiaron su color, hubo lunas y planetas de años bisiestos, hubo un vendaval de piel. Y luego el día. Me fui olvidándola para siempre, y hoy, me vi envuelto en su recuerdo... no sé si del pasado o de un futuro que no se cumplió.

29 julio 2005

No dejes de venir.

Cae el agua del cielo, mojada,
siempre mojada,
para borrar tus pasos y tu mirada
para regar los campos
y regar las veredas
en las que nacerán palabras que signifiquen
aquello que deseo y que no se nombrarte.

Hay un bodegón de carnes muertas
y frutas muertas
y vino que huele a silencio,
silencio colgado de las manos,
silencio que a veces grita,
silencio.
Silencio que no sabe a nada.

No dejes de venir con tus canciones
ni con tus largos ojos,
ni con el olor rojo de tu pelo
y tus palabras.
No dejes de venir para que el día
siga lloviendo aquella melodía
que compuso para ti.

25 julio 2005

El viaje III


Ella guardaba unos granos de café achinados bajo sus párpados. Yo soñaba con tocarlos algún día…
Pero el mar puso en medio sus tormentas. Crestas de espuma que mojaron mi mirada. Olas inagotables.
En este barco de cariño cruzaré el mundo una vez más con un ramo de besos para sus manos.

18 julio 2005

13 julio 2005

El viaje.


Perdonadme si hoy digo que estoy triste. Si miro atrás tengo razones para estarlo.
Perdonadme si hoy digo que callaré. Si pienso en lo que digo tengo razones para hacerlo.
Perdonadme si hoy digo que marcharé. Si pienso en el camino mis pies ya están allí.
Perdonadme si pienso en ella. En sus abrazos. Si la veo nadar en un lago entre montañas. Si duerme junto a mí en el invierno.
Perdonadme si la echo de menos. Si miro mis manos no puedo hacer otra cosa.
Perdonad si busco sus besos y lo digo. Si no los encuentro seré mudo.
Me voy de viaje. Quizás cambie mi vieja mochila por una maleta con ruedas. Qué importa eso. Me voy. Me voy a buscarla entre todas las gentes y todas las miradas. Voy con mis ojos abiertos, mi guerra perdida, mis manos de amar, mis lunas llenas.
Perdonadme si digo que no la conozco. Que sólo la he soñado a destiempo. Que todo es mentira. Que dos minutos infinitos me separan de haberla tocado.
Perdonadme si hoy digo que estoy triste. Si miro atrás.
Me voy de viaje.

07 julio 2005

Parques de piedra.

Racimos de rostros
manos con sonrisas
con penas,
manos llenas de dudas
lágrimas caídas.
Una pareja se besa,
un hombre se arrastra,
un niño juega.

El sol ciega mi alma inmensa
la noche llega,
manos con sonrisas,
con manos llenas.

El ruido acalla mi recuerdo entero
mi mes oscuro de luna nueva,
fuentes de luto
olas sin espuma
parques de piedra.
Manos con penas,
con penas llenas.

04 julio 2005

Cuando te paras en mi puerta.



Me encanta que te pares afuera de mi puerta. No te digo nada, pero a veces te siento respirar allí y contengo el aliento para que no me presientas, para que no te marches. Me gustaría poder salir al rellano y decirte alguna cosa bonita para que te fijes en mí, pero no lo hago porque seguramente me quedaría mirándote sin saber qué decir y tú te irías, y yo terminaría pensando en lo estúpido que fui por no saber hablarte de las cosas que importan. Así que me limito a escuchar tu respiración que en ocasiones es entrecortada, cuando supongo que subes con las bolsas de la compra, y otras es ligera y suave como una primavera. Hoy viene contenta, pienso cuando tus pasos apenas suenan sobre el piso como cascabeles agitados por la brisa, y de pronto me siento feliz de que así sea, el corazón me palpita con fuerza y siento que, como en el relato de Edgar Alan Poe, delatará mi presencia furtiva. También te siento cuando llegas triste y cansada, llena del mundo, y quisiera entonces romper mi sibilino encierro para darte un masaje en los pies y ofrecerte una cena. Ya te voy conociendo, siempre veo tu silueta tras los cristales de tu casa, cuando hablas con alguien a quien nunca distingo, cuando te desnudas empuñando ese regalo firme de la sinceridad, cuando en ocasiones lloras y mi alma se encoje de rabia, cuando ríes con la luminosidad de un continente, cuando la tarde, a última hora, se tiñe de tu pelo, cuando callas. Tu presencia de nube o de abismo se posa en este rellano mío, me hace latir y respirar a veces. A veces la lluvia y tus canciones vienen juntas para desolarme, y pienso entonces que debo olvidarte. Pero siempre que lo intento, abro la puerta y hay un regalo tuyo, una pompa de jabón que flota estática frente a mis ojos. Quiero tocarla y se deshace. De ella sale tu olor verde azulado y su viento me llena de mariposas, de aire del sur, de deseos, de volcanes, de ti, y nuevamente cierro mi puerta y espero, pensando en que me encanta que te pares afuera de ella.

03 julio 2005

Silencios.



Oscuridad de sombras que descienden
por las laderas de tus palabras.
Silencios fríos, dolientes,
que hundes en mí como pasos que se alejan
furtivos
después de pisar las flores
que sembré en primavera.

Hay sabor de desamores entre mis dedos
y tu risa,
como un eco,
rompiendo el instante dulce de mirarte sin miedo,
corre de un lado a otro por el jardín.
Clavé en mis pies descalzos
la espina que olvidaste al marchar
como se marchan las nubes
después de mojar los patios.

Mi boca quedó abierta por tu ausencia
mis puños cerrados
mi rabia ahogada en vasos de soledad
y charlas sin sentido.

Hablar sin ganas
comer sin hambre
y esa sed inconfesable de mirar tus ojos.

Y esas ganas de besarte.
Y estas manos vacías.

29 junio 2005

La memoria.

Un día abrí las puertas de mi casa
a las personas sinceras.
A los corazones quebrados
las tormentas, los senderos,
los que no pudieron, los que no quisieron ser,
los no escuchados
los apartados.
A los que ven en la noche
los que llaman por su nombre al hombre,
los que preguntan
adivinan
miran
piden
se sientan en la puerta que no se conoce
y levantan la cabeza para nombrar
y entre sus manos guardan palabras
tejidas en días remotos
y no esconden
y sonríen a pesar del mundo.
Ahora en mi casa siempre hay desconocidos
comiéndose mi comida
ocupando mi cama
asomados a mi balcón.
Ahora en mi casa siempre hay desconocidos
regalándome la maravilla
de recordar quién soy.

28 junio 2005


Otro amanecer.

De Inninn. http://inniinn.blogspot.com/



Os dejo con Inninn. Que disfruteis despacio...

24 junio 2005

Tu espalda.



Necesidad de abrazos
hambre cristalina
que viene de donde el viento nace
trayéndome nidos para tu pelo
negro,
profundo y negro
como un abismo
por el que asciendo a ti.

18 junio 2005

En esa hora.


Amanecer.

He visto muchos amaneceres en aquella ciudad extraña. Seguramente ya sabes que me gusta pasear a esa hora en la que se mezclan tantas cosas, gente que vuelve y gente que aún va, luces y sombras, desgana y deseo de vivir, pasos y descanso, silencio y oleadas de palabras. Siempre a esa hora fría me hago la misma pregunta sin solución, siempre camino sin saber si voy al día o vengo de la noche. Pero siempre camino. Siempre pregunto. Siempre dudo como dudé del amor y de las cosas que eso significa. Recuerdo sus manos corriendo por mi espalda, es cierto, pero a la vez, como en esa hora, también corrieron por mi dolor. Y sus te quiero viniendo de la noche se hacían como en esa hora indiferencia de día recién amanecido.
He visto muchos amaneceres en aquella ciudad extraña, y en la anterior, y en ésta en la que vivo. He visto amanecer tantas ciudades mezclando instantes, que mi pregunta cada vez es mayor.

11 junio 2005

Veo y siento.

Hoy pensaba en ella, en su desconocido todo, en albas de miel, en lunas que no encuentro.
Hoy pensaba en distancias largas como sueños, en mares de sal y en mañanas de niebla.
Sentí que me miraba mientras sus manos de pétalo de flores frías contenían el aliento y las palabras mías.
Una sombra azul se pega a su ausencia y bajo la lluvia de sus pensamientos vivo una tormenta de besos en un desierto en donde encuentro, sin buscar, el regalo de su abrazo, la lejana humedad de su cuerpo marino escondido en caracolas y corales, que me contagia de ella y su alegría silenciosa.
Su presencia es una nube, sus manos una espiral sin centro, y allí me miro y me acuno en mañanas como esta.
Pero a veces otra realidad me golpea sin fundamento, como un decir por decir, y entonces me pregunto por qué veo colores en las personas y olores en los recuerdos.
Por qué siento sus besos.
Por qué hago mío el dolor.
Por qué late mi pecho.
A veces las cosas pasan tan deprisa
que no me dan tiempo a pensarlas.
El vértigo de las cosas se sucede,
lo casual,
y unas son otras,
y me olvido de saberlo.
No se si fue antes Sergio
u ocurrió antes Pamela.
A veces todo es lo mismo
y se aprieta en esa rosa
roja que le regalé,
no se si antes de quererla.

Aprendí a mirar al cielo
a través
de la pared de mi cuarto.
Veo estrellas.
Veo a Lía en Israel.
Penas,
tormentas de penas
sin colores
sin olores
vienen a asustar mi sueño.
Y no se si pensar que duermo
(o que estoy despierto)
porque veo
veo y siento.

08 junio 2005

Cielo inmenso.

Tu cielo inmenso
tu suelo destartalado.
Me gusta mirar tu cielo
siempre lleno de estrellas y de caballos
siempre de aguijones erectos
siempre cantando.

Antifaces asomados a la calle
sin rostros detrás.
Siempre lleno de sombras
y manecillas,
y una pregunta en su aire
que nadie responderá.



Todos dormían.

06 junio 2005

Piedras en el amor.

Aún se paralizan mis palabras cuando me acuerdo de ella.
Mil veces intenté escribir, y mil veces fue en vano.
Hay mil folios arrugados que hablan de miedo y dolor.
Mi papelera pesa como una duda y sangra aún.
Aún después de tantos años.
Una noche logré reunir las fuerzas suficientes y huí,

huí,
qué triste palabra para un triste final, de todo lo que un día había amado tanto. Me fui un momento antes de la aniquilación. Pero eso no es consuelo.
Hay enormes olas de recuerdos que me ahogan en las noches que despierto desnudo. Me estrechan el corazón como un zarpazo, pero me abrazo a ellas intentando engañarme, olvidando cuánto la quise, olvidando cuánto la odié. Olvido tras olvido finjo que sigo olvidándola en este dolor.
Ya no me hace daño, es cierto. Ya no me hiere. Las horas ahora llegan para mí.
Pero siento que de nuevo vuelven los tiempos duros a apretar piedras de mármol en mi corazón
.

02 junio 2005

Pequeño amanecer.

Cuánto tiempo perdido me regalas
en esta distancia de músicas y árbol,
pájaro ensimismado
fruta silvestre que hueles a café cada mañana
y haces de las palabras himnos de esperanza.

Traigo para ti un sueño que desconozco
y una canción que aún no he cantado.
Traigo un ramo de pensamientos
para arrullar sin prisa en el ocaso.

Cuando sales a ver la luna
las distancias se hacen claras como tú,
cuando caminas bajo la lluvia
los ríos crecen, viven los peces
pequeña fruta silvestre coronada de ilusión.

Racimo de lirios temblantes pegado a mí,
el color sube a tus mejillas
como el sol a las mañanas.
Te miro y soy feliz.

30 mayo 2005

Tus ojos.




Me pregunto de qué color son tus ojos. Ellos que nunca me miran saben algo de mí mientras yo me desconozco tantas veces. A menudo me roban el corazón anudado a este otro lado del espejo. Mi respiración entrecortada me hace sentir que estoy vivo pero el salto hacia ellos es demasiado grande y caigo a los pies de la noche rodando una vez más oscuro y frío. Ellos que nunca me miran ven colores que yo ignoro en la lejanía. Saben de ésta tristeza mía y éste dolor que enmudezco. Sin mirar, nunca se cierran. Sin mirar, nunca los veo. Por eso me pregunto de qué color son tus ojos.

27 mayo 2005

La chaqueta verde.

Ella intentó enviarme una sonrisa y se quedó en una mueca.
Yo quise brindar por ella en aquel bar y me encontré con su chaqueta verde en un banco de la calle.
La busqué para ponérsela sobre los hombros y me perdí también.
Busqué entonces a su fantasma entre tanto ruido y tanta gente y me encontré al fin sentado en una piedra.
No sé qué esperaba, pero allí estaba mirando las calles en blanco y negro ahogado en un color de algodón torpe. Confieso que soy daltónico.
Deshojé una margarita y me dijo que no me querría, pero la encontré de nuevo sentada en una piscina vacía y con los pies colgando me besó.
Ella confesó que era modelo y dejó el mundo como la piscina al irse.
Después la vi en un gran cartel en la parada del autobús.

Yo seguía con mis pies colgando.
Ella con su chaqueta verde.





Otra calle.

25 mayo 2005

Hola. He perdido los comentarios. Ayer vine y no estaban. Esperé en vano hasta hoy… porque siguen perdidos. Por favor si alguien los encuentra me gustaría que los cuide bien, pues son tan bonitos, y han venido desde tantos sitios… de Francia, de la bella Italia, de Portugal, de la fría Araucanía, de Argentina, de la profunda África, de México, de los USA, de Venezuela cálida, de España, Cuba, Canadá, Chile... de lugares hermosos y gente hermosa. Por eso me da pena haberlos perdido. Aún espero que no olviden el camino.

23 mayo 2005

Corazón.

Ayer te vi en tu torre alta
desnuda de adjetivos
sólo piel y luna iluminando
alma palabras y empeños.
Dejaste sobre mí el regalo de tu pena
corazón
corazón que va creciendo.

Ayer te vi en tu casa distante
vestida de ternuras y deseos
jugando con el alba hasta ensancharte
olvidando el abrigo del recelo
corazón
corazón de desconsuelo.

Vacío que anidaste en mí
tristeza dispersa
alborada de besos y de dudas
que nace y renace cada otoño.
Que vive y revive por ti
sólo por ti corazón
lejano corazón de viento.

18 mayo 2005


Caminando.

El camino se hizo sueño
flor de otoño contra el pecho
mirada que no se acaba.

14 mayo 2005

Sigue lloviendo.

De pronto vi su gesto. Entonces me di cuenta de que llevaba un rato mirándola, abstraído, pensando en quién sabe qué cosas del olvido o de la lluvia. Cerré los ojos para verla mejor y me marché para siempre. No supe volver más a aquel asiento que a fuerza de conocerme ya era como mío, no inventé pasos que me trajeran, no hubo regalos ni velas de cumpleaños. Me llevé apenas un par de cafés y unas gafas rotas. Por el camino no entendí al mundo ni me entendí a mí ni entendí por qué las cosas casi nunca son como uno ama. Es primavera. Sigue llorando el cielo sobre mis hombros y mis pies chapotean en su fruto frío. Me da igual. En cualquier momento abriré los ojos.

10 mayo 2005


La mirada verde.

Empeños del alma.


Empeños del alma.



Voy a la sombra sin ti, sin nadie
mirando todo lo lejos que puedo ver
buscando planetas en el vacío
luces que alumbren
desiertos de fe.


Tus ojos verdes de mar en calma
tus manos que no me pueden beber
tus besos, tus actos, tus bordes fríos
palomas que aniden
ternuras que se.

Voy a la sombra como a los asilos
voy a las playas sin saber por qué
voy a los retiros del viento buscando
empeños que miren
lo que no se ve.


06 mayo 2005

El ocaso es un sentido.

Te vi caminar entre el ocaso
pisabas espinas y pétalos caídos
danzabas con el aire, en los patios fríos
y el viento de paso
se quedo contigo.
Te vi, te vi partir con la luna
llevándote amores, recuerdos vivos
te observé inmóvil marchar al olvido
corazón de lluvia
huracán herido.





Luces o sombras.

05 mayo 2005

Abrazo.

A menudo quiero que me abraces
como eras entre los árboles
girando, girando y trepando en mí
tus manos de enredadera.

Tus suaves ojos mirando
la savia de tu sudor
tu seguridad etérea
girando, siempre girando.

Los otoños te lastiman al venir
rasgando rojos instantes
pero gira, gira y crece
no quiero que en esta noche resbales.

04 mayo 2005

Música y luz.


Hada en el circo Raluy.

www.raluy.com

30 abril 2005

Tarta de vida.

Hoy tengo el día oscuro. Como goma en el asfalto. No me apetece salir a darme el paseo de cada noche. Voy a copiar una receta de cocina para no pensar en el porqué. No quiero pensarlo porque tampoco eso me apetece, porque tengo el día oscuro. Tarta de piña. Se necesita medio kilo de bizcochos de soletilla y medio kilo de nata montada. No se lo que son bizcochos de soletilla, pero tampoco me apetece buscar la palabra porque no voy a hacer la tarta. Así que sigo copiando sin dejar que el rabillo del ojo se me abra demasiado, no vaya a ser que vea una puerta abierta y se me cuele una gana de interrogarme. No voy a pensar en ella, no voy a dar oportunidad a los recuerdos. Ni a los miedos. Ni a los reproches. También hace falta un bote de medio kilo de piña en almíbar y triturarlo todo. Triturarlo todo. Me pregunto si la piña también o sólo las tardes de risas que se han ido. O si también he de triturar lo que nos prometimos y aquellas rosas de plástico que se desarmaban en sus manos. Cuánto la quise. Qué rojo se ponía el sol desde aquel banquito en la azotea, y aquella ropa siempre tendida bailando con el viento, y el olor del mar. Detrás las montañas siempre tenían una sombra con ellas, como un misterio, o como un presagio. Ya nada es igual desde… desde aquel momento. Hay que poner una capa de bizcochos en una fuente, y luego una de piña triturada. Y vuelta a poner otra de bizcochos y otra de piña en un bucle que se empeña en llegar una y otra vez a la misma llaga, la misma lesión del alma, el mismo día, el mismo día, el mismo día. Cómo olvidar que las cosas son terribles si todo me lleva a aquel momento, a buscar esa presencia en cada calle recorrida, en cada hueco, en cada parque. Todo terminó de pronto. Así. Hay que echar la nata con cuidado cubriéndolo todo bien. Y si se quiere adornar se separa un gajo antes de triturar la piña, y se corta en trocitos. Cómo se mira al dolor, cómo se cubren las miserias, cómo se separan los gajos de pensamiento cuando no hay ganas de nada. Cuando se tiene un día oscuro, oscuro como goma quemada en el asfalto.

28 abril 2005

Lía, o la mirada de las hadas.


El carruaje de los buenos recuerdos.


Quizás algún día olvide tu rostro
la flor intensa de tu sonrisa
el regalo de tu mano en mis palabras.
Quizás un frío,
una tormenta,
un astro,
vengan a arrancarte de mi.
A ti,
a tu sonrisa y tu melena inmensa
llena de rojos rizos y arena de los desiertos
llena de cantos
llena de besos
de esencias llena.
A ti,
a tu sonrisa y tu mirada eterna
la luz de las estrellas y el norte de los vientos.
Mujer que admiro
noche sin dueño
flores que esperan.

26 abril 2005

26 de Abril de 1937


El Gernika de Pablo Picasso
La primera víctima del bombardeo de Gernika fue la verdad.


Veo angustias en la pared,
resbalando por la pared
a veces negras,
con anchas bocas negras.
Grietas hambrientas que no cesan
con gemidos de tormentas que no cesan.

A veces llegan
por las nocturnas aberturas llegan
y muerden una y otra vez el silencio
y succionan
y miran
y duermen
y muerden una y otra vez el silencio.
Por las nocturnas aberturas llegan,
a veces llegan.

Con gemidos de tormentas que no cesan
grietas hambrientas que no cesan
con anchas bocas negras,
a veces negras,
resbalando espantos por la pared.

25 abril 2005

A veces.

A veces las olas no me regalan su blanco beso de espuma
su blanco instante,
olas sin ruido que en esta noche me arrullan .

A veces.
A veces las nubes no quieren darme su dulce beso de lluvia
su dulce exceso,
nubes del alma que en esta noche me injurian.
Tormenta y rabia
que muerden las arenas y el coral
que hay en mi pecho.
Tus ojos quietos
tus ojos que ya no quieren llorar,
y este tumulto de nada
que en mis manos atesoro por si lo quieres mirar.
A veces.
A veces las olas, en la playa, rompen sin gritar.

23 abril 2005

Tormenta de pájaros.


La luna me trae besos.

Una tormenta de pájaros
golpeó mi sueño.
La luna me trae besos que no quiero.
Se abre una puerta a mi lado,
una puerta de los miedos,
una lluvia de destierros
un olvido.

Los árboles en sus copas
guardan nidos que se agitan con el viento.
Yo me agito en el silencio
de tu amor,
yo me guardo entre las ramas
de tu olor,
y entre otoños me despierto en este bosque
del color
de tus ojos y tu aliento,
rojo y marrón, rojo y ocre.

27 febrero 2005

Qué será del viento.

Qué será del viento...


Punzas las tardes con tus labios cerrados
con esos labios rojos
los de decirme jardines perfumados
los de encubrir el alba.
Juegas a ser amor de enamorados
mirar como mis ojos,
juegas a querer que nos queramos
mientras la sombra pasa,
y yo respiro inexperto el incienso de tus labios.

Qué será de mi cuando acabe este invierno
y escapen las nieves a sus ríos
qué será, qué será del viento
que ahoga en las montañas blancas su gemido.
Para quién será el regalo de tu aliento
a quién darás tú tus besos míos.

Punzas las tardes con tus labios cerrados
con esos labios rojos
los de decirme jardines perfumados
.

23 enero 2005

Luz Verde.


Luz verde. Posted by Hello


Eres sol y eres árbol.
Bajo tus hojas soñé hasta el alba,
recostado en la madera
de tu piel, tu fruta verde robada
tu calor para la tierra,
y el color de madrugada,
que me vienes regalando
sin querer.

Si eres sol, y si eres árbol,
dame savia de tu luz
dame el amor de tus ramas.
Húndeme entre tus raíces
profundamente asediadas,
bébeme y dame arco iris
del color de la esperanza.
Dame ruido de palomas
que vuelen hacia la nada,
y yo las haré volver
y anidar en tu mirada.

Bajo tus rayos celestes
alimento mi existencia,
mi ser de materia blanda,
mi contradicción humana.
Bajo tus exhalaciones
soy pasión y soy conciencia.
Veo lobos en tu pecho
y ríos en tu mirada
y una fuente
perfumada
de lirio y de flor del agua
derramando su dulzura
viene a refrescar mi alma.

15 enero 2005

Era de noche.

Era de noche
como siempre que te sueño,
cuando besé tus dedos por última vez.

Era de noche y de nadie,
la canción que brillaba
y los ojos
que posados en la nada
me vinieron a tener.
De nadie y de nada hecha.
De nada blanda,
con sol de sonidos de mañana
y pasos de alguien que anda.

Era de noche.
Como siempre que te sueño
tu mirar era de aire.




En una calle. Posted by Hello

13 enero 2005

Invierno en mi ventana.


Invierno en mi ventana. Posted by Hello