08 diciembre 2002

Quiero hablar de aquellas gotas
que cayeron
cuando conocí tus manos
caminando sobre las letras de mi cariño.

Mojaban de nuevo tu mirada
mientras las olas
rompían la lejanía,
el horizonte delgado
rojo y mudo
que a menudo sientes
desde tu balcón.

Hoy llueve como entonces
y tus manos siguen presas
en mi te quiero.
Y tus pasos en el malecón.
Y las olas rompen instantes
de no saber en qué creer,
mientras mueren pájaros
y cuerpos caminan
sin destino,
sin sol,
sin ruido.
Y tu lluvia no los moja.

1 comentario:

Belle dijo...

Cierro los ojos y las palabras siguen rozando mis párpados mientras respiro profundo y sonrío llena de paz , es el " efecto jaime ".

Que lo sepas ;)