
El Gernika de Pablo Picasso
La primera víctima del bombardeo de Gernika fue la verdad.
Veo angustias en la pared,
resbalando por la pared
a veces negras,
con anchas bocas negras.
Grietas hambrientas que no cesan
con gemidos de tormentas que no cesan.
A veces llegan
por las nocturnas aberturas llegan
y muerden una y otra vez el silencio
y succionan
y miran
y duermen
y muerden una y otra vez el silencio.
Por las nocturnas aberturas llegan,
a veces llegan.
Con gemidos de tormentas que no cesan
grietas hambrientas que no cesan
con anchas bocas negras,
a veces negras,
resbalando espantos por la pared.