26 julio 2007
Miedo
Hoy me sorprendo de verme planeando un banquito de piedra y un paisaje para tus ojos después de tanto tiempo y tantos silencios, y de que tú me digas sí a pesar de lo de las cartas rotas y las puertas que fui cerrando. Y también de verme en el armario eligiendo el color de la ropa que te gustaría que vista. Nunca hubo mentiras entre nosotros ni necesidad de mentir, si algo nos golpeó fue la verdad. Dura como un día sin amanecer ni pan para el hambre, real como las manos que extiendes para tocar mi espalda. Y, sin embargo, nos han faltado tantos crepúsculos. Hoy iré a tu encuentro después de tanto tiempo y tantos silencios sin saber cómo vestir mi miedo. Quizás lo único que quiero es ese banquito donde sentarme a mirar tus ojos, de nuevo, como lo hacía bajo las estrellas o sobre el inmenso mundo.
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6 comentarios:
Ufff... es tremendo...
Querido Jaime que todo te salga bien... que esas puertas cerradas se vayan abriendo y que luzcas tus mejores galas para esperarla en ese banquito...
Un saludo un abrazo y un grandísimo beso...
Nunca hace falta vestir al miedo ...desnudo se muestra en todo su esplendor.
Buenos días.
...Hermoso...
bello...bello...bello
escribes demasiado lindo...
que estes bien
chau
es hermosísimo. Es hermosísimo, sí.
Me alegro muchísimo de haberte encontrado, o de que me encontraras tú.
Un besazo
Waoo0o0o....me gusta...talves solo tienes que ser tu, vestirte de ti, y salir confiado de que haras y seras lo que le gustara, que sus ojos veran lo que quieran ver, tu seguiras siendo tu...besos.bye:)
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