29 noviembre 2002

Una noche cualquiera
sentí tus pasos llegar.
Eran el anuncio de las palabras
y las melodías,
y los besos que el mar desvistió despacio
dibujando mis flores y tu abrazo eterno.


La mar en mi ventana.

2 comentarios:

Belle dijo...

No sé si alguna vez pasarás por aquí... voy caminando sobre tus huellas en la arena , despacito y concentrada en no equivocar ningún paso , con el placer de lo que se hace poco a poco porque no queremos llegar al final...

Un beso dulce , tanto como tú.

Anónimo dijo...

De vez en cuando me pierdo por esta playa solitaria. Qué gran placer encontrar unos pies que agranden mis huellas.
No tengas prisa, quédate si quieres a ver como el sol se abraza con la luna.
Besos a ti.