24 enero 2008

Mientras soñaba

Caído en el destierro
de tu desgana
me arrastro entre quizases
que me apuñalan.
Me ovillo sin el lecho
de tu vientre.
Velo mi alma bajo esta luz
de estrellas apagadas.
Me ignoro mientras arde enarbolada
la vieja pregunta en lo más alto
del mástil de mi rabia erecta.
Después no sé,
corazón,
si me voy o si me llevan.