30 mayo 2006

El baúl y el desván.

Foto: Plenilunio de Agosto.


Hoy el destino quiso llevarme bien lejos
y yo me dejé llevar,
por supuesto,
al lado de aquel viejo baúl
abrigado en un olvido polvoriento.
Dentro había una libreta
llena de sueños viejos como el soñar
escritos de mi puño y letra,
de mi caminar.
Dentro había una canción de estrellas
y una luna llena
y una cita con la eternidad.
Dentro estaba mi futuro
trazado con un soplo del acaso,
del quizás.
Dentro estaban, sin quererlo,
las letras que en tus labios
ahora me hacen respirar.

26 mayo 2006

¿Por qué un tendal en plena calle?

Torre del oro. Sevilla. En la primavera del sur.

En una de sus pinzas colgaría un papelito con tu nombre, para que todo el mundo sepa que es a ti a quien amo. Junto a él un sol dibujado con el pulso incierto de los niños, con su sonrisa y sus rayitos amarillos. Y un prado y una casita con humo en la chimenea. Y un perro que siempre mueva el rabo de contento.

En otra colgaría mis vergüenzas, para que dejaran de serlo, para no tener que guardar nada en los bolsillos.

En otra los silencios, los que hacen daño, los que no se esperan ni se quieren, para que sequen al sol, para que nunca más hieran.

Me harían falta algunas para colgar las risas y los sueños. Las risas para que sigan creciendo, los sueños para que sean libres.

Dejo algunas vacantes para ir colgando lo que este corazón pueda necesitar. Dejo algunas vacantes para otros corazones y otras fantasías.

18 mayo 2006

Palabras.

Ría de Villaviciosa, Asturies.

No sé qué decir en mañanas como estas. El amor no me deja pensar a veces, a veces las dudas, a veces el miedo. No sé qué decir cuando quiero tener en las manos el olor de aquella mañana al sol en el banquito de madera de aquel bar con vino amargo y un gato que vino a jugar en mi regazo, no sé que decir. Me suelo creer que todo está ya dicho, que una caricia es más elocuente que un discurso sobre el amor que te tengo, que un beso une más que cualquier puente, que mis manos escriben en tu piel las letras suficientes. Me suelo creer niño entre tus ojos crecidos, niño que espera siempre caricias, niño que quiere por que sí, niño que duerme sobre tu vientre. La nana de tu pensamiento, cerezas silvestres, luces en el cielo de tu boca, palabras, palabras que respiro y lloro, y anhelo y regalo, y siempre, siempre, espero por que sí.



06 mayo 2006

A mi lado.

¿Por qué un silencio espeso
cubre los campos
cuando te acuestas?

¿Por qué mi corazón se alegra
cuando vienes
en la hora de los besos?

¿Por qué cuando tú caminas
todo parece más cerca?

¿Por qué si tu boca habla
de las flores

la primavera despierta?