30 abril 2005

Tarta de vida.

Hoy tengo el día oscuro. Como goma en el asfalto. No me apetece salir a darme el paseo de cada noche. Voy a copiar una receta de cocina para no pensar en el porqué. No quiero pensarlo porque tampoco eso me apetece, porque tengo el día oscuro. Tarta de piña. Se necesita medio kilo de bizcochos de soletilla y medio kilo de nata montada. No se lo que son bizcochos de soletilla, pero tampoco me apetece buscar la palabra porque no voy a hacer la tarta. Así que sigo copiando sin dejar que el rabillo del ojo se me abra demasiado, no vaya a ser que vea una puerta abierta y se me cuele una gana de interrogarme. No voy a pensar en ella, no voy a dar oportunidad a los recuerdos. Ni a los miedos. Ni a los reproches. También hace falta un bote de medio kilo de piña en almíbar y triturarlo todo. Triturarlo todo. Me pregunto si la piña también o sólo las tardes de risas que se han ido. O si también he de triturar lo que nos prometimos y aquellas rosas de plástico que se desarmaban en sus manos. Cuánto la quise. Qué rojo se ponía el sol desde aquel banquito en la azotea, y aquella ropa siempre tendida bailando con el viento, y el olor del mar. Detrás las montañas siempre tenían una sombra con ellas, como un misterio, o como un presagio. Ya nada es igual desde… desde aquel momento. Hay que poner una capa de bizcochos en una fuente, y luego una de piña triturada. Y vuelta a poner otra de bizcochos y otra de piña en un bucle que se empeña en llegar una y otra vez a la misma llaga, la misma lesión del alma, el mismo día, el mismo día, el mismo día. Cómo olvidar que las cosas son terribles si todo me lleva a aquel momento, a buscar esa presencia en cada calle recorrida, en cada hueco, en cada parque. Todo terminó de pronto. Así. Hay que echar la nata con cuidado cubriéndolo todo bien. Y si se quiere adornar se separa un gajo antes de triturar la piña, y se corta en trocitos. Cómo se mira al dolor, cómo se cubren las miserias, cómo se separan los gajos de pensamiento cuando no hay ganas de nada. Cuando se tiene un día oscuro, oscuro como goma quemada en el asfalto.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Alicia @ 3:28 | 30/04/2005 | link permanente

Es maravilloso.
Cada cosa que escribes es aun mas bonita que la anterior.
Gracias por compartir todas esas palabras llenas de dudas, de sentimientos, de miedos, de amor...gracias.
Besitos

Anónimo dijo...

Aynna @ 21:37 | 30/04/2005 | link permanente

Qué bonito escribes, Jaime.....cuánta melancolía ehhh....
saludos

Anónimo dijo...

pokito @ 12:47 | 01/05/2005 | link permanente

Un placer encontrarme con tu sitio, y no lo digo por cortesía a tu visita, en serio.


salud

Anónimo dijo...

Aynna @ 5:19 | 03/05/2005 | link permanente

Estuve revisando tu album de fotos... están muy muy buenas....
saludos

Anónimo dijo...

Tristán Estar @ 22:38 | 04/05/2005 | link permanente

Jaime, hola. Las imágenes que manejas son precisísimas. Está muy bueno tu post. Por aquí andaremos navegando, no lo dudes.

Anónimo dijo...

la petite genie @ 1:22 | 05/05/2005 | link permanente

Hola Jaime: primero querría darte las gracias por linkearme.
Escribes muy lindo y me gusta mucho leer tu blog.
Que estés bien.
Chau

Anónimo dijo...

la petite genie @ 1:26 | 05/05/2005 | link permanente

Sorry ...estoy escribiendo como los niñitos...lo que trate de decir es que quería darte las gracias por linkearme :)
Chau.

Anónimo dijo...

Rica tarta, un dia tendremos que ponernos a hacerla.
Precioso, como todo.
Besitos.

Belle dijo...

Cuando quieras darme una receta , aceptaré encantada . Esta ha sido mágica...gracias , gracias , gracias.